Carolee Schneemann (Pensilvania, 1939) comenzó su Carrera artística como pintora en la década de los cincuenta. Aunque posteriormente Schneemann pasó a especializarse en performance, considera que sus piezas fotográficas y corporales todavía se basaron en la pintura a pesar de que en la superficie pareciera lo contrario. Se ha descrito a sí misma como una ‘pintora que ha dejado el lienzo para activar el espacio actual y el tiempo real’. Carolee Schneemann es una de las pioneras del performance, la instalación y el videoarte. Ha contribuido sustancialmente a la redefinición de la performance como práctica artística, especialmente en lo que refiere al cuerpo, la sexualidad y el género. Utiliza su cuerpo desnudo sintiendo que es necesario rescatarlo de su estatus como esclavo de la cultura.

La contribución más esencial de Carolee Schneemann a la historia del arte, y a la pintura en particular, es hacer retroceder al ojo en favor de un cuerpo que ve: de la conexión inextricable entre el cuerpo y lo que es visto, y su papel en la determinación de la naturaleza de lo que se ve. Schneemann centra su atención en cómo los intersticios del espacio están determinados por los ojos interiores y exteriores. De este modo plantea los problemas filosóficos fundamentales que emergen de las ideologías políticas, sexuales y de género.