
BEATRIZ LUCIDO

2015 Fotografía en papel Hahnemühle sobre Dibond / Photograph on Hahnemühle paper and Dibond 140 x 100 cm

2013 Fotografías en papel Hahnemühle sobre Dibond / Photograph on Hahnemühle paper and Dibond 5/10 40 x 36,5 cm

2013 Fotografías en papel Hahnemühle sobre Dibond / Photograph on Hahnemühle paper and Dibond 5/10 40 x 36,5 cm

2015 Fotografía en papel Hahnemühle sobre Dibond / Photograph on Hahnemühle paper and Dibond 140 x 100 cm
Actualmente en mi investigación y práctica artística trabajo sobre el significado, la producción y la percepción de imágenes que representan “realidades no visibles”, fruto de fantasías, desórdenes mentales u obsesiones procedentes de nuestro inconsciente más primitivo. Investigo y trabajo sobre la creación a partir del inconsciente, los procesos de la mente en relación a sus memorias, recuerdos, lugares ocultos y su influencia en la creación de la identidad individual. Cartografías forma parte de un proyecto fotográfico que aborda la idea de piel como frontera que delimita el mundo exterior e interior, una barrera natural propia de nuestra condición de vulnerabilidad. Esta piel intervenida nos muestra ambos lados de la frontera, generando lo externo, y lo interno. El lado externo se erige a través de mecanismos de defensa, una máscara que crea distancia con la frontera real que puede herir a quien se acerca. El interior, en cambio, cálido, muestra como todos esos mecanismos de defensa vienen generados a partir de proliferación de hilos con sus núcleos, sus tramas y enredos. Un territorio de dualidad que aparece como una coraza protectora, y asimismo es el órgano de recepción de todos los estímulos percibidos. Nos envuelve, nos protege, nos separa. Una nueva concepción que nos permite entender el cuerpo como algo vulnerable, frágil, volátil, cambiante… que entra en diálogo con la siguiente pieza Cuerpo, Superficie de desaparición. De esta forma se busca que la multiplicidad o la fragmentación no sea asumida solamente desde la identidad o el sujeto, sino desde miradas complejas y de lenguajes distintos, sirviéndonos de identidades descompuestas y de frontera para componer un nuevo paisaje fantasmático donde el cuerpo y el mundo pueden perder su “realidad material”, o al menos, proponer una nueva visión de la misma.